Siempre he creido que el packaging promocional es, en cierta manera, una forma de poesia. Para entender mejor esta similitud sólo hay que leer un poema y despues, releerlo al cabo de unos dias. Es sorprendente comprobar cómo el poema nos embarca una y otra vez, independientemente del paso del tiempo, en un viaje apasionante hasta un paisaje concreto, formado por una compleja mezcla de nuestras emociones.
Del mismo modo en que la lectura de un poema nos transporta hasta un determinado estado emocional, el simple hecho de descubrir y abrir una caja también debería hacerlo. Por supuesto, una buena pieza de packaging puede aventurarnos en este excitante viaje. Para lograrlo, sólo debe cumplir dos premisas: que nos haga partir desde la curiosidad y llegar hasta la ilusión.
El resto del trayecto es lo que hace que cada caja sea diferente de las demás, convirtiendola en una poesia escrita con papeles, cartones, madera, plásticos, telas y, como no, palabras.
Diseño de packaging para bombones. Paquetes de seis y doce unidades. Realizados integramente en dos materiales, sin procesos de encolado.
Packaging design for chocolates. Made entirely of two materials without gluing processes.